¿QUÉ HARÁ AHORA IRÁN FRENTE A ESTADOS UNIDOS?
Carlos Javier León UgartePeriodista
El certero ataque del presidente norteamericano Donald Trump contra Irán, donde dio muerte al influyente general Qasem Soleimani, ha revivido en las salas de redacciones y en los debates entre analistas y especialistas, el halo inminente de un conflicto bélico entre ambos países.
Solo recordar que Soleimani a través de acciones estratégicas logró movilizar a milicias en varios países de la región contra Estados Unidos y sus aliados, por lo que su muerte, resulta un duro golpe a los intereses anti estadounidenses desde cualquier perspectiva política y militar.
Es importante contextualizar las acciones de Trump en la víspera, quien sin pedir permiso al Congreso y sin pleno conocimiento de sus aliados, decidió el ataque, originando una crisis no solo interna ante las próximas elecciones que se avecinan y el “impeachment” con el que estaba lidiando por estos días con la dura oposición, sino que además deberá lidiar con sus enemigos eternos como Rusia y China, y sus propios aliados quienes temen repercusiones desde el Medio oriente hacia sus países, como Francia por ejemplo que ya se manifestó al respecto.
Aunque es cierto que Israel es un aliado insustituible de Estados Unidos ante cualquier decisión de estos, su apoyo público sobre esta acción tomada el viernes pasado, es formalmente estratégica al encontrarse inmerso en esta crisis, debido a su ubicación geopolítica de donde ocurren los hechos, además de ser como siempre una directa provocación a sus reaccionarios.
Si bien es cierto las buenas relaciones entre ambos países concluyó a partir de la Revolución Islámica de Rujola Jomeini en 1979, donde no solo Irán que la promovió, sino varios países del Medio Oriente identificaron y etiquetaron a Estados Unidos y Gran Bretaña como enemigos comunes del Islam, es fundamental reconocer que esta situación se vio morigerada cuando los norteamericanos, con Bush padre a la cabeza, se alió a Irán para enfrentar al Iraq de Sadam Hussein, en la famosa Guerra del Golfo.
A pesar de muchos sobresaltos y miradas desafiantes, la estabilidad entre ambos países se complementó en 2015 cuando el ex presidente Obama a través de un fino trabajo diplomático logró incluir a Irán en la firma del acuerdo nuclear junto a Rusia, Alemania, China, Reino Unido y Francia; donde el país islámico se comprometió a frenar su conocido programa nuclear, a cambio de exonerar algunas sanciones que Estados Unidos había impuesto a través de compromisos con sus aliados.
El problema norteamericano no estaba en Irán necesariamente, sino más bien en otros países circundantes que públicamente acogían grupos terroristas y golpeaban de vez en cuando a Occidente, sin embargo cuando llegó Trump al poder, decidió romper el acuerdo en mención, desafiando una vez más la moderada estabilidad entre ambos países.
Por lo tanto el ataque del viernes no debe sorprender a la comunidad, por el contrario, estaba en la lista de espera cualquier atisbo de enfrentamiento entre estos, al haber sido parte del discurso de campaña de los republicanos.
¿Qué hará Irán ahora? lo cierto que una guerra convencional con desplazamiento de tropas y armamento no sucederá, no solo porque en Estados Unidos se asilan más de tres millones de ciudadanos iraníes, sino porque el país islámico no tiene el suficiente poder económico, militar ni político para hacerlo. Además de comprobado, que no tiene ya más armas nucleares.
Las acciones vendrán por otro lado. Iraq tomará protagonismo pues es inminente que ante lo acontecido, expulse a más de cinco mil militares norteamericanos de su país, con lo cual fortalecerá en su territorio el poderío de Isis entre otros grupos extremistas, así como al Hezbollah y Hamas en sus vecinos, quienes conforman el llamado “Eje de la Resistencia contra EEUU”, los cuales han martirizado a Soleimani y han anunciado sin remilgos, pronta venganza.
Bases y enclaves yanquis en Medio Oriente, petroleros y buques norteamericanos que cruzan el Golfo Pérsico a diario, además de las principales ciudades de los aliados estadounidenses, serán los próximos objetivos terroristas de estos grupos extremistas, que según estudios de inteligencia, son azuzados y financiados por autoridades iraníes, de allí la justificación de Trump para atentar contra Soleimani.
La guerra no convencional se vuelve a encender, los enemigos y aliados de Estados Unidos andan muy silenciosos esperando que bajen las tensiones, aunque a ciencia cierta con el señor Trump residiendo en la Casa Blanca, no se sabe qué sucederá el día de mañana.
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