La aparición súbita de más de 250 mil cables informáticos que desnudaron el pensamiento de la diplomacia norteamericana, no solo causó el murmullo en algunos, y las desgañitadas respuestas de otros, en todas las eras del globo terráqueo, sino que además, inició el debate del verdadero poder que tiene en estos tiempos la informática y la industria electrónica, y el sentido planetario de interconexión para poder apreciar solo por una ventana, todos al mismo tiempo, las miserias y las acciones morbosas con las que actúa, planifica, piensa y ejecuta el Tío Sam en el mundo.

La aparición de estos cables no hace más que corroborar la presunción y el presentimiento con los que muchos periodistas, comunicadores, líderes de opinión, intelectuales, estudiosos y en fin, toda persona informada creía o sospechaba, que el espionaje, el contra espionaje, los complots, los chantajes, y todas esas versiones de guiones hollywoodenses que disfrutábamos a través de un ecran los fines de semana en algún cine local, eran realidad.

Aunque lo importante de estas apariciones, que además dicho sea de paso se están desclasificando de a pocos y por partes con el ejercicio sado masoquista que la prensa, en este caso The New York Time, The Guardian, Le Monde y compañía muestran, es tal vez el foco de concentración de opiniones que ha marcado el panorama, la agenda y el punto de conversación en toda la aldea global. Un tema sin precedentes, un hito histórico en las teorías de las informaciones y como no, de la informática.

Solo con lo poco que se ha informado, el 1% de casi un cuarto de millón de cables secretos, ya la diplomacia norteamericana ha tenido que aclarar en decenas de comunicados de prensa a la ciudadanía mundial, otra decena de países han llamado a consulta a sus embajadores en todo el planeta, algunos más rebeldes como los tropicalísimos ya conocidos han denostado y aprovechado la oportunidad (Léase Hugo Chávez, y capitostes), y algunos presidentes que se consideraban “amigos” de los yanquis, hoy los miran defraudados, apenados, tristes y sonrojados por la afrenta, en donde quedó demostrado que los gringos sienten mucho desprecio por la democracia, pues no les importa los fines con tal de conseguir lo que quieran, y sobretodo que no tienen ni amigos, ni aliados, ni leales compañeros en su lucha por la supremacía y hegemoneidad mundial que tanto les gusta.

Otra cosa importante que ha reabierto el debate a los científicos mentales e intelectos, es que se ha esbozado una nueva posibilidad de dominio y guerra informática, en donde no importa los tanques, aviones, misiles ni infantería pesada que lleves bajo tu alforja, sino que con solo un simplísimo ejército de diez hackers máster, puedes ganar una guerra desde cualquier lugar del mundo, oculto frente a una laptop bien equipada, y con la ayuda del potencial humano informado, que por naturaleza y antonomasia, desplegará y replicará en cuestión de segundos a todos sus contactos, lo mentiroso que puede resultar un imperio intocable.

Algo más después de este papelón diplomático internacional, de hecho las relaciones bilaterales o coyunturales que tomaran cada país frente al todopoderoso Norteamérica, será receloso, desconfiado, muy formal y tal vez, indecoroso, cuestión que podría conllevar a una reingeniería y re direccionamiento de las políticas, formas y metodologías aplicadas en las relaciones exteriores de EEUU con los demás países, es decir lo obliga a mostrarse “corderito” y a tener acciones y voluntades que convenzan a sus “aliados”, quienes desde ahora ya no ven con los mismos ojos a sus “compadres”.

Los wikileaks nos dejan un enorme corazonada, que más allá de saber que el matrimonio Kirchner eran paranoicos con el poder, que Putin era machista, que Mevdelev es sumiso a Putin, que Ángela Mekler no piensa mucho, que fue un tanque de la OTAN quien mató al periodista español José Couso en Iraq, y que hubo presión de las embajadas americanas en España y Alemania, para conceder indultos a funcionarios de ese país sospechosos de crímenes de guerra, entre otras perlas; decía, retomando, que nos deja la corazonada sobre todo para este humilde periodista que algo se esconde tras la aparición de estos mensajes.

No olvidemos que bajo la misma lógica de los grandes complots mundiales que ahora le pasan factura a Norteamérica, podríamos ensayar la posibilidad de pensar que todo esto que hoy vemos, no es más que otro jueguito de los gringos por desviar la atención a algo que era inminente y hasta sabido por muchos, y así mandar mensajes subliminales sobre la teoría y fundamento de la guerra, pues como es conocido ya, hasta el momento todos los cables justifican la guerra en Iraq, Paquistán y Afganistán, idea que podría ser el trasfondo de la aparición de los wikileaks, seguir justificando la compra de millones en armas y enriqueciendo a algunos que se mantienen en las sombras del poder, sin importar las honras dañadas, con tal de grabar en nuestro chips de memoria lo necesaria y justificada que es la guerra.

Las razones para mi fundamento son dos: Que ni la CIA ni el FBI aparezcan en alguno de los cables es una, ellos siempre tienen mucho que ver en estos temas de espionaje, y la otra que no olvidamos es que hace ya unos años, el funcionario de Wikileaks John Young renunció a esa compañía aduciendo que la ahora famosa wikileaks, era solo un medio dirigido por la CIA para asuntos específicos de Estado. No olvidemos que bajo la misma teoría del complot los propios enemigos de EEUU siempre están adentro, y son ellos quienes revelan sus secretos más aberrantes.

Saque usted su conclusión, por lo pronto el líder de esa compañía Julian Assange no logra ser capturado, que raro siendo el hombre más buscado del mundo y con una orden que pesa inclusive por delitos sexuales. Quién sabe, tal vez sea parte de un nuevo show mediático global, mientras tanto y mientras dura, y como tarea para la casa, ¿alguno de nuestros coleguitas de prensa del país se ha preocupado en descifrar o averiguar que dicen esos más de 200 cables en relación al Perú? Qué esperan, podrían inflar su tiraje sin pensarlo, no desaprovechen la oportunidad, aquí todos ganan.

Escrito en el 2010